La tampografía es un método de impresión indirecta. En una placa metálica (placa de troquelado o cliché) que contiene una capa foto-sensible, el logotipo se expone mediante el uso de luz ultravioleta. Esto hará que el logotipo se "hunda" en la capa superior.
Esta parte más profunda se llena de tinta. Un sello liso de caucho o de silicona toma la tinta del cliché y la transfiere al artículo. Debido a las sustancias químicas que contiene la tinta, ésta se incrustará en el material (excepto el vidrio, el metal y la cerámica).
¿Qué materiales se pueden imprimir?
- Plásticos
- Polipropileno (PP)
- Poliestireno (PS)
- Polietileno (PE)
- PVC
- Metal
- Vidrio
- Cerámica
- Madera
- Papel
Debe tenerse en cuenta que algunos materiales son más difíciles de imprimir que otros y pueden necesitar un tratamiento previo (flameado o tratamiento corona), aditivos especiales para la tinta (aglutinantes, diluyentes, reductores) o un mayor tiempo de secado (metal, vidrio, cerámica).
¿Qué artículos se pueden imprimir?
Casi cualquier tipo de forma/artículo del mundo puede imprimirse mediante la tampografía. Por eso es la técnica de impresión más utilizada actualmente. Botellas, termos, bolígrafos, relojes de sobremesa, tarjeteros, memorias USB, tazas de cerámica, clips para notas, llaveros... lo que sea. Redondo o plano, todo es posible, sin embargo el material del artículo o el tamaño de impresión limitado puede hacer necesario el aplicar otra técnica de impresión.
A tener en cuenta:
Tampografía sobre metal:
La tinta no penetra en el material, sino que se queda en la parte superior del mismo. Esto significa que la tinta se desvanecerá si el artículo se raya con algo afilado (cuchillo o llaves).
Tampografía sobre cerámica:
Tamaño de impresión más pequeño que el de la transferencia cerámica.
La tinta no penetra en el material, sino que se queda en la superficie del mismo. No es 100% a prueba de lavavajillas (la impresión se desvanecerá después de un tiempo).